Luego de haber participado en el mundial de rafting que se realizó en la ciudad de Tully, en Australia, en la última semana, los exguerrilleros que representaron a Colombia en esa competencia no solo regresaron al país con una gran sonrisa de satisfacción sino, también, con un reconocimiento en sus manos.
Por su participación la Federación Internacional de Rafting, que organizó el campeonato, les otorgó un reconocimiento especial como iniciativa de paz. Cinco de sus integrantes, antes del acuerdo de paz suscrito entre las Farc y el Estado en 2016, empuñaron armas. Pero desde que empezó su reincorporación a la vida civil se le midieron a cambiarlas por remos.
Los excombatientes fueron parte de la antigua columna Teófilo Forero, que comandó Hernán Dario Velásquez, conocido como ‘El Paisa’. A diferencia de él, de quién no se sabe su paradero desde mediados del año pasado (la Jurisdicción Especial para la Paz ordenó su captura por no honrar las obligaciones que adquirió con lo pactado), ellos sí se quedaron, cumpliendo su compromiso con la paz.
En las aguas del río Pato, región de Caquetá en la que en operaron en tiempos de guerra, se formaron para la competencia internacional .
Otros tres miembros de la comunidad de Miravalle, vereda de San Vicente del Caguán donde estos excombatientes se reincorporan, completaron el equipo al que decidieron bautizar como Remando por la Paz.
Remando por la Paz regresó al país este domingo con la bandera de Colombia en alto, la misma que le había sido entregada por Ernesto Lucena, director de Coldeportes, el 8 de mayo pasado, antes de su partida, en un acto simbólico para que representaran al país en el campeonato mundial. “Ustedes mostrarán en Australia una cara diferente de Colombia. La vida es un remar constante y me complace entregar esta bandera que simboliza que después de la lucha armada, se puede construir un futuro a partir del deporte”, dijo entonces Lucena.
A su regreso, Lorena Leyva, la única mujer dentro de los ocho integrantes del equipo Remando por la paz, contó lo que significó para ella esa experiencia. “De ser uno campesino a ir a representar a Colombia para mí es un gran orgullo, y espero que los colombianos sientan ese orgullo que siento yo”, dijo.
(Lea más de Justicia: Nueva medida de aseguramiento para ‘Popeye’ por caso de Guillermo Cano)
(Además: Ojalá esta decisión sirva para llegar al fondo de todo: familia Cano)
Los excombatientes también aprovecharon para conocer otras ciudades australianas, como Brisbane, donde fueron recibidos por familias locales que los hospedaron en sus casas. Como ninguno de los remadores hablaba inglés se las arreglaron para hacerse entender por señas y a través de Google Translate.
En su travesía durante la competencia en Tully y otras ciudades de Australia se encontraron por la comunidad colombiana en ese país, que los recibió gratamente sorprendidos, incluso por escépticos del acuerdo con la extinta guerrilla, por la hazaña que quizá puede significar en términos de reconciliación que un exguerrillero de las Farc haya representado al país en una competencia como esa.
“Vine a conocer a excombatientes de las Farc, y si bien es cierto que tengo mis posiciones políticas, conocí a 8 excombatientes que además de ser brillantes son humildes. Para mí esto ha sido una bendición, más allá de la política, porque esto es reconciliación. Son gente de bien, campesinos, que sí, empuñaron las armas, pero hoy están remando y eso vale”, dijo Javier Lindarte, un colombovenezolano que vive en Australia y que votó e hizo activismo por el ‘No’ a los acuerdos de paz en el plebiscito.(Le sugerimos leer: Así es la vida en el caserío más alejado de Colombia)
Luego de haber participado en el mundial de rafting que se realizó en la ciudad de Tully, en Australia, en la última semana, los exguerrilleros que representaron a Colombia en esa competencia no solo regresaron al país con una gran sonrisa de satisfacción sino, también, con un reconocimiento en sus manos.
Por su participación la Federación Internacional de Rafting, que organizó el campeonato, les otorgó un reconocimiento especial como iniciativa de paz. Cinco de sus integrantes, antes del acuerdo de paz suscrito entre las Farc y el Estado en 2016, empuñaron armas. Pero desde que empezó su reincorporación a la vida civil se le midieron a cambiarlas por remos.
Los excombatientes fueron parte de la antigua columna Teófilo Forero, que comandó Hernán Dario Velásquez, conocido como ‘El Paisa’. A diferencia de él, de quién no se sabe su paradero desde mediados del año pasado (la Jurisdicción Especial para la Paz ordenó su captura por no honrar las obligaciones que adquirió con lo pactado), ellos sí se quedaron, cumpliendo su compromiso con la paz.
En las aguas del río Pato, región de Caquetá en la que en operaron en tiempos de guerra, se formaron para la competencia internacional .
Otros tres miembros de la comunidad de Miravalle, vereda de San Vicente del Caguán donde estos excombatientes se reincorporan, completaron el equipo al que decidieron bautizar como Remando por la Paz.
(Lea también: Sigue el tire y afloje entre Iván Márquez y Timochenko)
Remando por la Paz regresó al país este domingo con la bandera de Colombia en alto, la misma que le había sido entregada por Ernesto Lucena, director de Coldeportes, el 8 de mayo pasado, antes de su partida, en un acto simbólico para que representaran al país en el campeonato mundial. “Ustedes mostrarán en Australia una cara diferente de Colombia. La vida es un remar constante y me complace entregar esta bandera que simboliza que después de la lucha armada, se puede construir un futuro a partir del deporte”, dijo entonces Lucena.
A su regreso, Lorena Leyva, la única mujer dentro de los ocho integrantes del equipo Remando por la paz, contó lo que significó para ella esa experiencia. “De ser uno campesino a ir a representar a Colombia para mí es un gran orgullo, y espero que los colombianos sientan ese orgullo que siento yo”, dijo.
(Lea más de Justicia: Nueva medida de aseguramiento para ‘Popeye’ por caso de Guillermo Cano)
(Además: Ojalá esta decisión sirva para llegar al fondo de todo: familia Cano)
Los excombatientes también aprovecharon para conocer otras ciudades australianas, como Brisbane, donde fueron recibidos por familias locales que los hospedaron en sus casas. Como ninguno de los remadores hablaba inglés se las arreglaron para hacerse entender por señas y a través de Google Translate.
En su travesía durante la competencia en Tully y otras ciudades de Australia se encontraron por la comunidad colombiana en ese país, que los recibió gratamente sorprendidos, incluso por escépticos del acuerdo con la extinta guerrilla, por la hazaña que quizá puede significar en términos de reconciliación que un exguerrillero de las Farc haya representado al país en una competencia como esa.
“Vine a conocer a excombatientes de las Farc, y si bien es cierto que tengo mis posiciones políticas, conocí a 8 excombatientes que además de ser brillantes son humildes. Para mí esto ha sido una bendición, más allá de la política, porque esto es reconciliación. Son gente de bien, campesinos, que sí, empuñaron las armas, pero hoy están remando y eso vale”, dijo Javier Lindarte, un colombovenezolano que vive en Australia y que votó e hizo activismo por el ‘No’ a los acuerdos de paz en el plebiscito.(Le sugerimos leer: Así es la vida en el caserío más alejado de Colombia)
Fueron cuatro pruebas en las cuales Remando por la Paz ocupó buenos puestos, si se tiene en cuenta que era la primera vez que competían así, entre 49 equipos de distintos países que participaron.
Al final de la competición, el equipo de Brasil ocupó el primer lugar; Rusia, el segundo y Nueva Zelanda, el tercero.
Si bien los colombianos no subieron al podio, en la prueba de sprint o velocidad, por ejemplo, quedaron entre los 16 mejores. En otra prueba, cabeza a cabeza, una competencia por puntos entre dos equipos al mismo tiempo en un trayecto, quedaron de 14. Una tercera prueba consistió en descenso por río, en un recorrido de 15 kilómetros de peligrosos rápidos, y la cuarta, la más técnica y que requiere mayor trabajo en equipo, en sobrepasar obstáculos durante 14 kilómetros